Defensoría del Pueblo de la Nación

La Defensoría del Pueblo de la Nación participó del XXVI de la FIO

La Defensoría del Pueblo de la Nación participó del XXVI Congreso de la FEDERACIÓN IBEROAMERICANA DEL OMBUDSMAN (FIO), en donde se desarrolló la Asamblea Anual y la jornada sobre “Los organismos de derechos humanos y la garantía de derechos de las personas en igualdad”, que se celebra en la ciudad de México DF.

La Defensoría del Pueblo de la Nación participó del XXVI de la FIO

En la Conferencia inaugural – que se llevó a cabo en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM)- se trató “El papel de los organismos públicos de derechos humanos para el respeto y garantía de derechos a grupos en situación de desigualdad”.

A continuación se debatió:

  1. Los Desafíos para el sistema no jurisdiccional en la atención a la población en la agenda de movilidad humana,
  2. Los retos de la protección de los derechos de las mujeres desde la mirada interseccional,
  3. Los derechos de las infancias, adolescencias y juventudes en los entornos digitales: acciones desde las instituciones nacionales de derechos humanos,
  4. Los retos y desafíos para la reinserción social y el respeto de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad
  5. La Protección reforzada para grupos de atención prioritaria

La FIO consideró que existen “grupos de personas que han sido receptores, en mayor medida y durante mayor tiempo, de la desigualdad y la exclusión. Otro elemento común es que esos grupos tienden a ser los mismos en las sociedades: personas con discapacidad, indígenas, integrantes de la diversidad sexual y de género, mujeres, niñas, niños, adolescentes, personas mayores, personas en situación de calle, personas migrantes o en movilidad humana, entre otros”.

“Tradicionalmente, la narrativa respecto a las personas identificadas como parte de alguno o varios de esos grupos ha depositado en ellas la responsabilidad de su exclusión y vulnerabilidad, como si ésta fuera inherente a las personas y no consecuencia misma de la desigualdad propiciada por la sociedad, el Estado y sus instituciones. Poco a poco, la narrativa relacionada al reconocimiento de la desigualdad abandona esa construcción cultural para colocar el énfasis en la responsabilidad del Estado frente a las personas que han sido vulneradas en el ejercicio de sus derechos a causa de construcciones culturales excluyentes”, agregó.

A partir de la aprobación cronológica de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos: la Convención Internacional sobre la Eliminación de  todas las Formas de Discriminación Racial (1965); la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979); la Convención sobre los Derechos del Niño (1989); la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de  sus familiares (1990); y la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006) el papel de los Organismos Públicos de Protección a Derechos Humanos como agentes para eliminación de las barreras que reproducen la desigualdad y discriminación estructurales pasó a ser preponderante.

Este Congreso tuvo por objetivo motivar la reflexión del cambio de paradigma que lo anterior representa desde un enfoque de derechos humanos y las implicaciones que éste tiene en el actuar cotidiano de los Organismos Públicos que los protegen.

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