Día Internacional de la Mujer
El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, más conocido como Día Internacional de la Mujer. Esta fecha, reconocida por la Organización de las Naciones Unidas y celebrada en todo el mundo, es un buen motivo para destacar la lucha de las mujeres contra el patriarcado, para hacer valer su participación en la sociedad y su desarrollo como sujeto de derecho.
Género
8 de marzo de 2017
“La mujer se libera junto al hombre y no contra él”, dijo Alicia Moreau de Justo, quien en 1902 creó en Argentina el Centro Socialista Feminista y la Unión Gremial Femenina, dos de las organizaciones responsables de poner el tema del voto femenino en la agenda política y social del país, en pos del reconocimiento de los derechos de la mujer. Moreau perteneció al grupo de seis mujeres que se inscribieron por primera vez para estudiar medicina en Argentina y, mientras se desempeñaba en el Hospital de Clínicas, instaló un consultorio ginecológico, en la calle Esmeralda de la ciudad de Buenos Aires, para poder atender de forma gratuita a las mujeres de bajos recursos y prostitutas. Cabe destacar que, en aquel entonces, un gran porcentaje de ellas morían a causa de la desatención que provocaba la prohibición por la cual los hombres no podían atender a pacientes del sexo opuesto.
Unos años después, desde la Unión Feminista Nacional, se apoyó la sanción de muchas e importantes leyes de reconocimiento de los derechos de la mujer y de protección del trabajo femenino, como así también para la defensa de la madre soltera y los derechos económicos de las amas de casa y el sufragio de las mujeres,
Tanto Alicia Moreau y Victoria Ocampo, como Elvira Rawson de Dellepiane, Cecilia Grierson, Alfonsina Storni, Adelina Di Carlo y Emma Day , entre otras, fueron aquellas que, sorteando las dificultades que se le presentaba a una mujer de la época, promovieron la educación, la salud, y exigieron el derecho a ocupar cargos públicos y la no discriminación laboral.
Desde la Defensoría del Pueblo de la Nación estamos convencidos de que es sólo a partir del conocimiento de un derecho que se podrá reclamar por él, y es por este motivo que el año pasado se creó la Oficina de Género, para que a partir de la difusión de su tarea, al mismo tiempo, se empodere a todas aquellas que pudieran reconocer ciertos derechos vulnerados. Dicha Oficina emprende acciones e investigaciones que persiguen el objetivo de erradicar toda forma de violencia y discriminación, al mismo tiempo que se procura establecer patrones socioculturales que habiliten las posibilidades de acceso y goce de los derechos.
Otro de los ejes del accionar de la Defensoría, se apoya en el trabajo de la flamante Oficina de Educación que propone, entre otras cosas, que la escuela –al ser portadora de un mandato social que le fuera asignado históricamente- se erija en corresponsable de trasmitir los conocimientos, habilidades y valores culturales que son socialmente aceptados, en un marco de libertad, equidad y respeto. Cada persona que habita instituciones educativas es portadora, a veces de manera inconsciente, de determinadas concepciones acerca del rol de la mujer, que se legitiman dentro del quehacer pedagógico a modo de prescripciones o expectativas. Por lo tanto, lo que propone la Oficina es tomar conciencia de las formas sutiles del trato diferenciado entre niñas y niños a través del lenguaje, los gestos, los juegos, el tipo de respuesta, el chiste, la comparación, lo “femenino” y lo “masculino” que crean prácticas sexistas en las que se suele situar a la mujer en una posición inferior a la del hombre.
El rol de La Defensoría del Pueblo de la Nación, además de la defensa concreta de los derechos humanos a través de sus gestiones, implica el compromiso de promover el cambio y la conciencia social, desde adentro y hacia fuera.