Defensoría del Pueblo de la Nación

Día Internacional de la Mujer

En el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se celebran los logros alcanzados en el reconocimiento de los Derechos de las Mujeres, el Defensor del Pueblo de la Nación reflexiona sobre el Juicio por la desaparición de Marita Verón que conlleva múltiples violencias contra las mujeres.

Juicio por el caso Marita Verón.

A casi diez años de la desaparición de María de los Angeles (Marita) Verón, resaltamos la importancia de que en nuestro país, el 8 de febrero del corriente año, se iniciara el proceso oral y público contra quienes serían algunos de los responsables de su secuestro y desaparición.

La inquebrantable e incansable constancia de su madre, Susana Trimarco de Verón, que supo además crear redes con organizaciones sociales, particulares, y solicitar ayuda en cuanta puerta de funcionario/a tuvieraun cartel que remitiera a la defensa de los derechos humanos, fue uno de los pilares para que hoy se pudiera llegar al juicio, y se hiciera pública y visible la compleja y sufriente realidad de las víctimas de trata de personas, con especialísimos fines de explotación sexual.

Ya en el año 2006, la Sra. Trimarco solicitó la intervención de esta Defensoría del Pueblo de la Nación, con la firme convicción de que su hija había sido secuestrada en San Miguel de Tucumán por una red dedicada a la trata de mujeres, obligándola luego a ejercer la prostitución en diferentes prostíbulos con sede en otras provincias. Solicitaba al Defensor conocer los avances en la "búsqueda de paradero" de su hija, y además le imputaba al Poder Judicial de la Provincia de Tucumán, un accionar negligente e ineficiente. Aportó datos además de otras tantísimas mujeres, muchas de ellas menores de edad, que habían desaparecido en su provincia y de las que tampoco conocían su paradero. Que la cualidad de "ser mujer", parecía ser la "condición sine qua non" que determinaba la elección de las víctimas.

Que en función de las competencias constitucionales y éticas que a esta institución le corresponden, exhortamos a las autoridades públicas del Gobierno de la Provincia de Tucumán para que arbitrasen todos los mecanismos legales y se pusieran a disposición los recursos humanos y materiales en las distintas órbitas locales y en la región a fin de procurar el pronto esclarecimiento de los hechos, determinando el paradero de Marita Verón. Asimismo se recomendó en similar sentido al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y se puso en conocimiento de los testimonios brindados al Defensor del Pueblo de la Provincia de Tucumán, a la Corte Suprema de Justicia de esa Provincia y a la Presidencia de la Honorable Legislatura del lugar.

Pasaron años con dilaciones, con avances en la lucha contra la trata de personas entendida como una flagrante vulneración de derechos, con un estado nacional que puso el tema en la agenda pública, y también con baches y espaciosprofesionales que aún distan de llegar al "ideal".
Muchas mujeres en Argentina literalmente desaparecen para pasar luego a engrosar las filas de los circuitos siniestros de la prostitución. Muy pocas logran escapar y muchas menos volver a sus vidas anteriores sin las secuelas que deja esta forma de dominación y esclavitud.
La Trata de Personas con fines de explotación sexual es una de las más antiguas formas de explotación y con frecuencia menos visibilizada como tal.

Políticas y paradigmas donde imperan las leyes del mercado, la comercializacióny las relaciones de poder estereotipadas, sirven de andamiaje para que millones de mujeres y niñas sean convertidas en mercancías de consumo cosificándolas como intercambiables.
A costa de sometimientos, malos tratos e incluso muerte; otros usufructuarán las ganancias millonarias que devienen de la mal llamada "industria del sexo".

Sin dudas, para la existencia sostenida y en aumento constante de un crimen como el de la trata de personas, se requiere el imprescindible concurso de la complicidad -por acción, omisión o negligencia- de algunos funcionarios políticos, autoridades policiales y personas asociadas ilícitamente o en connivencia con acciones de marginalidad.
La impunidad, los prejuicios sociales y sexuales y la mirada indolente de la sociedad, también perpetúan la trata de personas con fines de explotación sexual.

Comúnmente se escucha que es muy difícil cambiar la situación de la prostitución porque "siempre existió", o que es "tan antigua como la humanidad". Aceptar esta premisa es negarse a reconocer que la misma ha sido naturalizada de tal manera que no nos permite registrar que en todo caso es una de las "explotaciones -más antiguas del mundo- que los hombres han ejercido sobre las mujeres".

Y en este sentido, basta con preguntarnos, como país abolicionista que somos, ¿Por qué no se aplica la Ley 12.331 con los fines de combatir el sistema prostibulario, toda vez que son estos espacios terrenos fértiles para la esclavitud sexual de las mujeres?.
Especialistas en la temática sostienen que la prostitución es una problema de desigualdad; una de las formas más antiguas de violencia y dominación masculina.

Debemos entonces analizarla desde sus múltiples dimensiones y en todos los sentidos de su complejidad. Prevenir, asistir a sus víctimas y combatir el delito de la trata de personas con cualquier fin, es tarea ineludible del estado nacional, los gobiernos provinciales y locales, con el paralelo compromiso y vigilancia de la sociedad en su conjunto.
La causa de Marita Verón es emblemática, no sólo por el impulso que constantemente le diera su madre en la batalla contra la trata, sino porque además es un compendio de las redes de complicidades y silenciamientos que estructuralmente operan en los circuitos de la trata y la prostitución en nuestro país.

Reclamamos que en este caso, como en todos aquellos donde haya víctimas de delitos, se haga justicia y se condene a los culpables. Requerimos ademásla atención integral a las víctimas, no sólo en la emergencia sino a lo largo del proceso que cada quién necesite, y la inminente reparación y restitución de derechos de los que se han visto privadas.
Por último, con la esperanza de conocer el verdadero destino de Marita Verón, exigimos la continuidad en la búsqueda de su paradero y la de tantas otras mujeres que aún siguen desaparecidas.


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